Friday, April 22, 2016

Janet Yellen praises Christine Lagarde

When friends of mine blame bankers of the recession, mass unemployment and other social and economic problems of the last eight years, I always say: You should blame the politicians and governments who have given the bankers the space and opportunity to do what they have done and continue doing. Before anyone else, we should blame the policymakers. They are the first ones responsible. And they have created the austerity policies.
Luis Casado just published a column in the Chilean journal Politika in which he criticizes two important policymakers - Janet Yellen and Christine Lagarde - and a few more.
Reading his column is refreshing and informative.


JYCL
Janet Yellen y Christine Lagarde

Reescribiendo la historia (Rewriting history)

(con h minúscula)

Escribe Luis Casado


(...)
La revista TIME Magazine, que cada año designa por cojones las 100 celebridades del planeta, publica un panegírico de Christine Lagarde, escrito por Janet Yellen, respectivamente Directora General del FMI y presidente de la FED, el banco central de los EEUU.
Una y otra han sido objeto de mis paridas, visto que dan tema. Janet –entre otros– porque no sabe cuando subir las tasas de interés sin cagarla, o porque –a la hora de hablar– olvidó hasta eso de “sujeto, verbo predicado”. Sin embargo, Janet llena de halagos a su homóloga del FMI del modo siguiente:
“Ninguna organización es más crucial para la estabilidad de la economía global que el Fondo Monetario Internacional. Sus decisiones afectan a miles de millones de personas, de modo que quién encabeza el FMI debe ser un líder espectacular y eficaz. Christine Lagarde reúne esos altos estándares.”
Los últimos tres líderes “espectaculares y eficaces” del FMI fueron, en el orden, Rodrigo Rato, Dominique Strauss-Kahn y Christine Lagarde. Español el primero, franceses los otros dos.
Rodrigo Rato
Rodrigo Rato, 2º vice-presidente y ministro de Economía y Finanzas en los dos gobiernos de José María Aznar (1996-2003), fue el autor de la burbuja inmobiliaria que tiene a España de rodillas desde hace más de una década. Su legado: millones de apartamentos invendidos, una tasa de 25% de desempleo (50% entre los jóvenes), una deuda pública impagable y un desorden que dura hasta el día de hoy.
Gracias a lo cual Rodrigo Rato fue entronizado Director General del FMI para el período 2004-2009. En el año 2007, Rato declaró: “hay espacio para una depreciación más importante del dólar americano”.
No sé si ves la metida de pata. Lo cierto es que Edward Prescott, premio Nobel de Economía (2004), lo mandó un poquillo a la mierda, afirmando que quienes veían problemas en la economía del imperio eran unos ignorantes y unos hijos de la chingada. Prescott completó su diatriba sugiriendo la eliminación –por chantas e inútiles– del FMI y del Banco Mundial.
Puede que lo de Prescott haya influido, la cuestión es que en junio del 2007, Rodrigo Rato dimitió del FMI. Si haces memoria, eso fue apenas unos meses antes de que estallara la otra burbuja, la de los créditos subprime, que –esta vez– puso de rodillas al mundo. Ni Rodrigo Rato ni el FMI vieron venir el desastre pero lo olieron.
Después Rato se recicló en el servicio internacional del banco Lazard en Londres. A principios del 2008 se integró al consejo consultativo internacional del banco Santander, y en diciembre del 2009 dejó todo por Caja Madrid, que llegó a presidir. En el 2011 se transformó en presidente de Bankia.
Hasta ahí la gloria. Porque en abril del 2015 la justicia española le encontró algunas yayitas: fraude fiscal, blanqueo de capitales y otras linduras. Entre ellas, la distribución de “tarjetas black” a los consejeros del banco y a él mismo, con las cuales pagaban alcoholes, regalos, restaurantes y gastos menos confesables. Procesado, Rato fue detenido como un vulgar maleante.
Puede que lo suyo esté en su ADN: un sonado caso de evasión de divisas, bajo la cobertura del Banco Siero, llevó a la cárcel a su padre y a su hermano mayor en 1967. Él mismo y/o su familia estuvieron involucrados en numerosos fraudes y delitos financieros (Rebecasa, Gescartera, Muinmo, etc.).
Si no sabes lo que es –según Janet Yellen– un “líder espectacular y eficaz”, ahora lo sabes.
Dominique Strauss-Kahn
El sucesor de Rodrigo Rato en el FMI fue un pájaro similar: Dominique Strauss-Kahn, alias DSK.
Elegido para el período 2007-2012, tampoco llegaría a terminarlo. Apenas llegado a Washington estalló el primer escándalo: DSK forzó una funcionaria –Piroska Nagy, húngara, responsable del Departamento África del FMI– a ser su amante.
En el curso del sumario interno lanzado por el FMI, Nagy le envió una carta a los investigadores:
“Pienso que el Sr. Strauss-Kahn abusó de su posición en su modo de llegar hasta mí. Ya expliqué en detalle cómo me convocó varias veces para hacerme sugestiones inapropiadas. (…) No sabía qué hacer, tenía la sensación de perder si aceptaba, y de perder si me negaba. (…) Es un hombre agresivo. Me temo que este hombre tiene un problema que, tal vez, lo hace poco apto para dirigir una organización en la que trabajan mujeres”.
Pero el FMI miró para el otro lado y santas pascuas.
Es oportuno señalar que DSK no sólo tiene “problemas” con las mujeres. También con las platas ajenas. En los años 1990 se descubrió que la MNEF (mutual nacional de los estudiantes franceses) usaba las cotizaciones de sus adherentes para el enriquecimiento personal de dirigentes socialistas y trotskistas, y la creación de empleos ficticios.
En el año 1997 la MNEF le pagó 600 mil francos a DSK (una fortuna en esa época) por una asesoría de negocios. Cuando en el año 1999 el juez le exigió mostrar el original del informe de asesoría, DSK entregó un documento falso. La policía científica determinó que el papel en que estaba impreso aún no se fabricaba cuando, supuestamente, había hecho la asesoría. En ese momento DSK era ministro de Finanzas y número dos del gobierno de Lionel Jospin. Huelga decir que tuvo que dimitir, pero, como suele suceder, la justicia no lo tocó ni con pétalo de un rosa.
Luego, en enero del 2000 DSK fue inculpado por la conocida jueza Eva Joly en el marco del mega escándalo ELF. Más tarde, Eva Joly se transformó en dirigente ecologista. Entonces declaró: “DSK, lo conozco bien, yo fui que lo inculpé”.
Volviendo al tema, armado de tales antecedentes DSK fue designado Director General del FMI, en donde comenzó por acosar a sus colaboradoras. No contento con ello, se involucró con altos jefes de la policía francesa y con proxenetas de alto vuelo como Dominique Alderweireld, alias “Dodó la Salmuera”, con el sano propósito de organizar partouzes donde le nacía la gana. Una de las prostitutas que los polis franceses le llevaron a Washington se hizo una selfie en su sillón de Director General del FMI.
Lo demás es sabido. La violación de una camarera en el Hotel Sofitel de Manhattan le valió ser detenido por la policía de New York. Esposado le llevaron del aeropuerto al NYPD. Casi al mismo tiempo estalló en Francia el “asunto” del Carlton de la ciudad de Lille: DSK y sus acólitos fueron inculpados por proxenetismo agravado en banda organizada. Otras denuncias por violación, o por intento, salieron a la luz pública. Pero DSK es teflón: nunca fue condenado.
DSK dimitió del FMI en mayo del 2011. ¿Qué hizo después? Buena pregunta. Algunas asesorías para el gobierno serbio. Luego se asoció con Thierry Leyne para crear, en el paraíso fiscal de Luxemburgo, la gestora financiera LSK, por Leyne, Strauss-Kahn y asociados. Para hacerla breve te lo resumo: LSK vio desaparecer todo el billete colocado por sus clientes, Thierry Leyne se suicidó, y DSK está siendo investigado por estafa y abuso de bienes sociales.
DSK, otro “líder espectacular y eficaz” de los que le gustan a Janet Yellen.
Christine Lagarde
Si hay algo que puede ser retenido en favor de Lagarde es que no es economista. Es “abogada y mujer de negocios”. Además estudió el idioma del business. Nicolas Sarkozy, que la ungió como la primera ministro de Finanzas de un país del G7 (2007-2011), solía decir: “Lo único que Christine hace bien es hablar inglés”.
Lo digo porque al terminar la presidencia de Nicolas Sarkozy, –y la gestión ministerial de Lagarde–, la deuda pública francesa se había incrementado en la estratosférica suma de 600 mil millones de euros. Desde entonces la Unión Europea exige que Francia reduzca su endeudamiento y su déficit fiscal, sin lograrlo hasta el día de hoy.
Una de las hazañas de la ministro Lagarde fue aprobar –en el marco del “asunto” Adidas– un arbitraje trucho a favor del conocido rufián, ex-ministro, cantante, hombre de negocios, actor y presentador de televisión Bernard Tapie, mediante el cual le birlaron 402 millones de euros al Estado francés. Tal arbitraje fue llevado a cabo contra la voluntad de la Justicia, pero Nicolas Sarkozy le debía algunos favores a Bernard Tapie y Christine Lagarde aprobó el dolo.
El brillo de tal curriculum le permitió a Christine Lagarde ser designada Directora General del FMI para el período 2011-2016.
Mientras fue ministro de Finanzas de la República negó rotundamente que los bancos franceses estuviesen fallos al caldo y necesitasen una inyección de dinero fresco. Sin embargo, apenas llegada al FMI declaró muy suelta de cuerpo que esos mismos bancos requerían una significativa inyección de capital.
Ya sentada en el sillón que le dejó DSK, la justicia francesa consideró inculparla por fraude en favor de Bernard Tapie: al menos uno de los árbitros designados era en realidad un esbirro del “hombre de negocios”. Así fue como el domicilio en París de Christine Lagarde, Directora General del FMI, fue allanado.
Finalmente, Lagarde fue involucrada en el caso como testigo asistido. La Justicia gala decidió que Bernard Tapie debía devolver los 402 millones de euros. El proceso sigue su curso sin que se haya levantado cargos en contra de Christine Lagarde por eso de: “Selon qu’on est puissant ou misérable…”
Otro de sus actos de bravura –no hay que exagerar, visto que en economía Christine Lagarde no es sino el papagayo del pirata– fue contribuir al hundimiento de Grecia y de buena parte de la economía europea exigiendo austeridad, austeridad, austeridad.
Hasta que le dijeron que la estaba cagando y cambiase el discurso. De ahí en adelante Lagarde comenzó a reclamar “más estímulos fiscales”. No se ha probado que sepa de lo que se trata.
Todo lo cual le llevó a ser reelegida para un segundo período a la cabeza del FMI (2016-2021).
Lo que parece normal, visto que Janet Yellen asegura que Christine Lagarde reúne los altos estándares necesarios: ser “un líder espectacular y eficaz”.
Para los atorrantes que lo ignoran, Janet Yellen describe el papel del FMI:
“El FMI le presta a los gobiernos miembros con el objetivo de minimizar los daños a largo plazo de las crisis financieras y evitar que se ellas extiendan”.
No deja de ser sabroso cuando uno sabe que el FMI ha participado directamente en la gestación de casi todas las crisis, amén de su agravación. Olivier Blanchard, ex economista jefe del FMI, lo reconoció públicamente.
Janet Yellen finaliza su aporte a la reescritura de la historia (con h minúscula) afirmando lo inconcebible:
“Christine fue muy importante en el esfuerzo para estabilizar la economía griega y prevenir una crisis mayor en Europa”.
¿Tú sabes qué le dicen los griegos y los europeos a Janet Yellen y a Christine Lagarde?

Merde!

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